Midiendo las Aguas de SURIRE |
La resolución fue adoptada a iniciativa de Bolivia, tras 15 años de debates, con el voto favorable de 122 países aunque se registraron 44 abstenciones. La Asamblea de Naciones Unidas se mostró “profundamente preocupada porque aproximadamente 884 millones de personas carecen de acceso al agua potable y más de 2.600 millones de personas no tienen acceso al saneamiento básico, y alarmada porque cada año fallecen aproximadamente 1,5 millones de niños menores de 5 años y se pierden 443 millones de días hábiles a consecuencia de enfermedades relacionadas con el agua y el saneamiento”.
La adopción de esta resolución estuvo precedida de una activa campaña liderada por el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma.
Más de 2.600 millones de personas carecen de instalaciones sanitarias adecuadas, como alcantarillado, lo que contribuye a que 1,5 millones de niños mueran cada año a causa de enfermedades relacionadas con la falta de salubridad, según apunta la resolución.
"Tenemos que mandar un mensaje claro al mundo de que el acceso al agua potable y al saneamiento son un derecho básico y que hay que hacer todo lo posible para que sean una realidad", dijo en la presentación el embajador de Bolivia ante la ONU, Pablo Solón.
El diplomático recordó que la resolución también insta a todos los países y las organizaciones internacionales a proporcionar los recursos financieros y las transferencias de tecnología necesarias para proporcionar un acceso universal "económico" al agua potable y el saneamiento.
Además, señaló que la responsabilidad es de los Estados quienes tienen que promover y proteger todos los derechos humanos "de manera justa y equitativa", para que todos reciban la misma atención.
Agregó el embajador que: "El derecho al agua potable y el saneamiento son derechos humanos independientes y como tales debemos reconocerlos, así que instamos a los Estados a cumplir con sus obligaciones".
En la oportunidad, delegaciones como la de Estados Unidos, que se abstuvo en la votación, señaló que su posición se debe a que temen que la propuesta boliviana puediere afectar a los trabajos que en esta misma materia se llevan a cabo en Ginebra, en el seno del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. "Esta resolución intenta ser un atajo y por eso Estados Unidos, se abstuvo.
Sin embargo, dos circunstancias podrían haber influido en que la oposición de otros países como Canadá, Holanda, Gran Bretaña y Japón no haya sido tan fuerte: el carácter no vinculante de la declaración y la no inclusión del asunto de la privatización del preciado líquido. Este punto, como se sabe es el que mas controversia despierta pues afecta los intereses de las transnacionales dedicadas al jugoso negocio del suministro del agua, que incluye desde el control y manejo de los sistemas de acueducto hasta la venta de agua embotellada y que era considerado hace algunos años por altos funcionarios del Banco Mundial como uno de los mas rentables.
Asimismo, otros Estados lamentaron que los promotores de la resolución no tuvieran suficientemente en cuenta las opiniones de otras delegaciones, con lo que se podría haber logrado un mayor apoyo al texto.